jueves, 13 de septiembre de 2012

Promoción de la Salud en la Primera Infancia


En 1946  la OMS define a la salud como “el estado de completo bienestar  físico, mental y social no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.” Desde la Carta de Ottawa en 1986 la salud tomo un significado diferente que no se limitaba a las acciones derivadas de una atención sanitaria o de prevención, mas entonces devenía en acciones que implicaba una verdadera acción en conjunto de la población. [1]

 

Además bajo un enfoque de participación activa e integradora la carta de Ottawa demanda una mayor importancia a la Promoción en salud y hace una gran diferencia con la prevención. La definición que brinda es la siguiente: “Promoción de la Salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma.

Abre paso a que los pueblos mismos sean participantes activos en todo el proceso. Años mas tarde se consolida aun mas  bajo la definición que refiere la OPS/OMS (1990) “La PS es concebida, cada vez en mayor grado como la suma de acciones de la población, los servicios de salud, las autoridades sanitarias y otros sectores sociales y productivos, encaminados  al desarrollo de mejores condiciones de salud individual y colectiva”.

Aquellas actitudes, recomendaciones o intervenciones que hayan demostrado o logren demostrar su capacidad para mejorar la calidad de vida de las personas  o de disminuir la morbilidad y mortalidad serán consideradas como medidas de promoción de salud.

La promoción de la salud la promoción de la salud no solo se ocupa de promover el desarrollo de las habilidades individuales y la capacidad de la persona para influir sobre los factores que determinan su salud sino que también incluye la intervención sobre el entorno tanto para reforzar los factores que contribuyen al desarrollo de estilos de vida saludables, como para modificar aquellos que impiden ponerlos en práctica[2]. Esta estrategia se ha resumido en la frase “conseguir que las opciones más saludables sean las más fáciles de elegir”». (Nutbean, 1986, pág.4). 

 

La promoción de la salud a través de la Carta de Ottawa enfoca su acción a través de 5 puntos importantes:

 

1                     Construir políticas públicas saludables.

2             Crear ambientes que favorezcan la salud

3    Fortalecer la acción comunitaria

4   Desarrollar habilidades personales

5   Reorientar los servicios  de salud.

Estas cinco acciones deben de ser los pilares ante cualquier intervención que planifiquemos en relación a la primera infancia.

Nuestra visión debe de ser dirigida hacia la promoción de la salud desde el nacimiento de las personas, que continúe a lo largo de la niñez y la adolescencia, la adultez y la ancianidad.

Siempre que nos ponemos a pensar sobre cual fue la razón por la cual un individuo obtuvo éxito en la vida o fracaso, hacemos un repaso de cómo fue la vida de esa persona y llegamos a la conclusión que en la mayoría de los casos lo que haya sucedido en su infancia fue fundamental para su desarrollo. Es así que el crecimiento y desarrollo saludable de los niños tienen que ser una de las prioridades en nuestra sociedad. Las enfermedades infectocontagiosas y la malnutrición son estados reversibles que deben ser combatidos en esta etapa de vida en la cual son especialmente vulnerables. El desarrollo infantil sano se ha relacionado con una disminución de problemas tales como la obesidad, el sedentarismo, dificultades en el desarrollo motor, entre otros.

La primera infancia es considerada la etapa más importante de todo el ciclo vital. Durante la niñez se lleva a cabo principalmente procesos de maduración y aprendizaje los que permiten interactuar, integrarse y desarrollar al máximo sus potencialidades.

A ello están sumados los grandes descubrimientos científicos que revelan la extraordinaria importancia que tienen los primeros años de la infancia de los niños en la formación de sus habilidades y competencias como ser humano que perduraran a lo largo de su vida, que le servirán para poder integrarse a la sociedad con éxito.

Es increíble ver que fácil es poder apoyar a que ese niño alcance al máximo sus capacidades, desde el apoyo de los padres, brindándole unas cuantas horas al día de atención, hasta la visión que se va generando el niño del entorno en que vive. Los padres en este momento son los llamados a dar el apoyo incondicional a sus hijos, no solo ofrecerlo sino hacerlo. El hecho que hoy por hoy tanto el padre como la madre trabajen no le quita el derecho de los hijos a relegarse a unos cuantos minutos al día. Lo paradójico es que los padres al saber que serán padres trabajan mucho mas para poder ofrecerle una vida mucho mejor a sus hijos pero caen en el error de descuidarlo durante los primeros años y comenzar a ofrecerles algo mejor cuando ya el daño en el niño ya es irreversible, como lo es una desnutrición crónica mas allá de los 5 años. Estudios recientes sobre la inversión en la primera infancia han mostrado notable éxito e indican que los primeros años son importantes para el aprendizaje temprano. Además, las intervenciones de alta calidad en la primera infancia tienen efectos duraderos en el aprendizaje y la motivación. Como sociedad, no podemos permitirnos postergar la inversión en los niños hasta que sean adultos, ni podemos esperar hasta que lleguen a la edad escolar - etapa en que puede ser demasiado tarde para intervenir.

Es necesaria la intervención en diferentes sectores, La buena salud (de la madre y el niño), la buena alimentación, buenas prácticas de crianza, apoyos sociales sólidos e interacción estimulante con personas ajenas al hogar se conciertan para facilitar la mejor oportunidad de éxito. Puesto que la falta de inversión en cualquiera de estas áreas reduce el valor de la inversión en otras, las inversiones para mejorar la salud de la futura madre pre y post concepción constituyen un elemento crucial del desarrollo en la primera infancia. Por lo tanto, todo tipo de apoyo conducente a mejorar las habilidades de crianza en este período es de vital importancia. Este apoyo incluye el desarrollo de habilidades de crianza, apoyo social, apoyo de la parte de empleadores y del gobierno para aumentar el tiempo que los padres pasan con sus hijos y, en algunos casos, el apoyo directo en ingresos.

Los estudios en cuidados infantiles sugieren que la alta calidad se asocia a beneficios moderados en el desarrollo emocional, social, linguistico y cognitivo para los niños. Tambien se asocia a una mayor cooperación y conformidad con los adultos y las interacciones sociales entre los pares[3].

Cuando comprendemos que el desarrollo de niños y niñas depende en gran medida de lo protector, estimulante y afectivo que resulte ser su entorno cotidiano, entonces, necesariamente orientamos nuestros esfuerzos hacia la familia y la comunidad.

En el caso de la promoción del desarrollo infantil, el acento debe estar puesto en generar instancias de educación comunitaria y empoderamiento ciudadano en materia de derechos que favorezcan el desarrollo de las capacidades y potencialidades de los niños, niñas, sus familias y la comunidad en miras de propiciar el desarrollo de niños y niñas sanos(as), felices, seguros(as), creativos(as) y participativos(as).

Fomentar entornos promotores para el desarrollo infantil no se reduce a una educación sobre lo que es desarrollo infantil; sino que requiere conocer las percepciones y necesidades de la comunidad, para poder trabajar junto con ella. Asimismo es necesario incluir la protección de la infancia en la agenda de los gestores de políticas a nivel local.

 

El desarrollo integral en la infancia es un proceso influenciado por las interacciones entre el niño o la niña y su entorno. Su potencial y habilidades podrán manifestarse si cuenta con un ambiente que intencionadamente lo estimule, quiera y apoye en su proceso de desarrollo.

Los niños y niñas necesitan contar con un entorno estimulante y afectivo, donde se sientan seguros(as) para explorar y aprender del mundo que los rodea[4].

 



[1] Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud. Primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud: Hacia un nuevo concepto de la Salud Pública. Organización Mundial de la Salud. Salud y Bienestar Social de Canadá, Asociación Canadiense de Salud Pública. Notario, Canadá, Noviembre de 1986.
[2] Garcia Ospina, Consuelo ; Tobon Correa, Ofelia. Promoción de la Salud, Prevención de la Enfermedad, Atención Primaria en Salud y Plan de Atención Básica ¿Qué los acerca? ¿Qué los separa?.UCALDAS. Colombia. 2006.  http://promocionsalud.ucaldas.edu.co/downloads/Revista%205_2.pdf
[3] Blesky Jay. Los jardines y su impacto en los niños. Enciclopedia sobre el desarrollo de la primera infancia. Centre of Excellence for Early Childhood Development. 2010
 
[4] MINSAL. Guia para la promoción del Desarrollo Infantil en la Gestión Local. Secretaria Ejecutiva de Chile Crece Contigo. Chile. 2010
 

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